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Un paseo por La Cañada de las Norias el 2 de mayo a las 10:30h. Las Norias de Daza, El Ejido (Almería).
Desde el grupo de investigación Andalucía Transversal, proponemos un recorrido por este espacio en emergencia, como una acción crítica, a modo de deriva, donde podamos encontrarnos gentes con puntos de vista distintos e incluso contrarios, donde hablando podamos apreciar lo bueno y lo malo del lugar, y sobre todo tomar constancia del mismo. Las experiencias Jane’s Walk nos ofrecen un escenario muy oportuno para ello. Por esto pensamos que este espacio de relevancia comarcal, pero íntimamente vinculado en lo local a la población de Las Norias de Daza y sus habitantes, es un espacio perfecto como muestra de ensayo dentro de la comarca del Poniente de Almería. El itinerario es sencillo, un paseo por la delgada línea que separa esos dos mundo, el borde entre la lámina de agua y la edificación. Un espacio inquietante, bello y maltratado, estable y cambiante, natural y artificial. El final el momento de hablar, de definir conceptos e ideas, de compartir interés y visiones. Una puerta por donde entrar y quedarse si se quiere.

HISTORIA
Los primeros habitantes del lugar fueron pastores y pequeños agricultores dedicados a la siembra de cereal y recolección de fruta autóctona. Con la llegada de emigrantes procedentes de La Alpujarra, sobre todo, y de diversos lugares de la provincia y de otras provincias de España, se produce un desarrollo económico basado en la agricultura intensiva, primero enarenado y posteriormente bajo invernadero. Fue entonces cuando se empezó a construir el Pueblo Nuevo de Colonización, donde IRYDA, entregó parcelas, dando una nueva dimensión a la economía del pueblo. A finales de los años 80 la llegada de inmigrantes del Norte de África y más recientemente de Sudamérica y otros países europeos, ha convertido a Las Norias de Daza en un pueblo multirracial y con un apogeo económico y social; el nacimiento de las empresas comercializadoras y el establecimiento de empresas de servicios auxiliares, embalajes, etc., hace posible una realidad económico/social muy singular y dinámica con la creación de empleo y riqueza.
La Cañada de las Norias, está situada en la depresión existente entre La Mojonera y Las Norias de Daza (El Ejido), y presenta unas 140 hectáreas de terrenos inundables. Se trata del aguazal más importante de Almería en cuanto a la diversidad y características de su ornitocenosis acuática, y está catalogado como humedal de importancia internacional por BirdLife en su catálogo de Áreas Importantes para las Aves.
Su origen reciente, que se remonta al principio de la década de los ochenta, se produjo tras la extracción masiva y continuada de arcillas (limos rojos) procedentes de materiales sedimentarios del Cuaternario, muy apreciadas como sustrato básico para la formación del suelo artificial de los cultivos bajo plástico y enarenados. Estas explotaciones dieron lugar a la formación de extensas canteras a cielo abierto que en esta zona, donde los niveles freáticos son muy superficiales, propició el afloramiento de aguas procedentes del Acuífero Superior Central, el mayor de los existentes en el “Poniente de Almería”, caracterizado por su pésima calidad para el riego dado su alto gradiente de salinidad. Esta situación ha contribuido a que sus reservas medias no hayan variado en los últimos años y que actualmente sean excedentarias.
El resultado final fue la formación de un humedal artificial en los parajes de La Molina, Cañada del Puerco, Balsa del Sapo, El Salitral, El Antis y Cañada de la Higuera, todas ellas cercanas a Las Norias de Daza, por lo que se ha dado en llamar “Cañada de Las Norias”, denominación con la que actualmente se la conoce internacionalmente.
Este es uno de los espacios protegidos con mayor biodiversidad de Andalucía Oriental. A pesar de estar completamente rodeada por invernaderos con cultivos bajo plástico, caminos, escomberas e incluso vertederos ilegales, las aguas y riberas de la principal laguna de Las Norias, acogen a multitud de aves acuáticas, tanto de forma permanente como de paso en sus migraciones. Algunas de ellas son especies en peligro, tanto vulnerables como en vías de extinción. Las bandadas de fochas se mezclan con cormoranes, azulones, charranes, e incluso zampullines. El carácter permanente de sus aguas permite el mantenimiento de un denso cinturón vegetal, compuesto principalmente por comunidades de eneas, carrizos, cañaverales, juncales y tarayales (Tamarix sp.) cuya distribución depende de la profundidad (en algunos puntos llega a alcanzar los 15 m) y de la antigüedad de las extracciones.
La comarca del Campo de Dalias es un espacio fuertemente antropizado, que tan solo cuenta con tres áreas naturales con potencial como zonas de esparcimiento. Estas son Punta Entinas Sabinar, determinados parches aún relícticos con buenas formaciones de artales (principalmente compuestos por Maytenus senegalensis y Ziziphus lotus) y el humedal de la Cañada de Las Norias. Sin embargo genera una problemática derivada de las inundaciones provocadas por las subidas de nivel de la Balsa del sapo durante los últimos siete años así como las estimaciones de daños y perjuicios, a los más de 100 agricultores afectados, daños que sólo en la campaña 2009/2010 superaron los 2.513.677 euros. Esto ha hecho que en la última década se ejecuten obras de protección  y defensa como la creación de defensas perimetrales para evitar los movimientos de tierras como consecuencia de las crecidas y la implantación de bombas para la extracción de hasta 680 l/s hacia Roquetas de Mar. Todo como actuaciones previas (el coste energético anual de estas bombas está en unos 4 millones de euros) y temporales hasta el “definitivo” túnel de evacuación por gravedad que genera la salida al mar.